¿Las saunas queman calorías o la pérdida de peso en una sauna es un mito? Algunas personas se benefician de ello, mientras que otras sufren una carga innecesaria para el hígado. Es diferente para todos. La gente va al sauna ¡perder peso! Sí es cierto. Sudar es una forma eficaz de perder peso. La popularidad de diferentes métodos para perder peso mediante baños y saunas aumenta cada día. ¿Las saunas realmente queman calorías? ¿Cómo quema calorías?
La lucha eficaz contra el exceso de peso requiere un enfoque integral. Cuantas más medidas se adopten para abordar este problema, más probable será que se obtenga un resultado rápido y duradero. Por supuesto, los principales métodos de lucha siguen siendo siempre la actividad física regular y el cumplimiento de los principios de una dieta sana y equilibrada. Pero la realización de diversos procedimientos cosméticos y de bienestar, como visitas a la sauna, puede acelerar significativamente la pérdida de peso. Recientemente, la sauna de infrarrojos se ha vuelto muy popular entre quienes quieren perder peso y mejorar la salud del cuerpo y, hay que decirlo, no sin razón.
La sauna de infrarrojos tiene muchos beneficios, incluida la quema de calorías. Tu temperatura corporal aumenta cuando estás en la sauna. También quemas más calorías mediante la sudoración y un metabolismo activo. Según los estudios, en la sauna se puede reducir el volumen de sudor entre 0,6 y 1 kg/h. Esto significa que puedes perder alrededor de un litro de fluidos corporales por hora en la sauna. Esto equivale aproximadamente a un kilogramo de peso corporal total. La sauna acelera el metabolismo en un 20%, lo que quema calorías indirectamente, pero debe usarse junto con el ejercicio regular.
¿Cómo te ayuda la sauna a perder peso? Pero no es porque destruyan las células grasas. Se trata de transpiración. En condiciones de alta temperatura y humedad, se elimina de los tejidos humanos una gran cantidad de exceso de humedad, junto con sales nocivas (la norma es una pérdida de peso de 1,5 a 2 kg por sesión). Al estar en el organismo, estas sales retienen el agua y previenen la quema de grasas en el proceso metabólico. Al liberar las células del lastre, reiniciamos el metabolismo, transfiriendo grasa a la categoría de combustible normal para este proceso.
Junto con el sudor en la sauna de infrarrojos se pierde sal y líquido innecesarios y también entre 0,5 y 1,5 kg de peso. La formación de sudor consume energía. Se calcula que para evaporar 1 g de agua, el organismo utiliza 0,58 calorías de energía. El principio es claro: si quieres perder más peso, debes sudar más
Además, en la sauna el organismo experimenta un estrés severo debido a la hipotermia y el aumento de temperatura. En este momento se activan los mecanismos de protección contra el sobrecalentamiento. – abundante sudoración. La sangre de los órganos internos corre a través de pequeños capilares hasta la piel, el pulso aumenta, el corazón funciona con más frecuencia y más potencia, los riñones, por el contrario, se ralentizan, las células exprimen el líquido hacia la linfa y la respiración se vuelve más frecuente.
Que el cerebro del comandante en jefe se da cuenta de que físicamente no puede ayudar en nada, por lo que está parcialmente en modo "OFF". Debido a la falta de oxígeno y al exceso de dióxido de carbono en la sangre, surge una falsa sensación de comodidad, tranquilidad, ¡una ligera euforia! Naturalmente, este enorme trabajo del cuerpo implica una gran pérdida de energía, de hecho, de esas mismas calorías.
La principal diferencia entre la sauna tradicional y la sauna de infrarrojos es el mecanismo de calentamiento del aire y del cuerpo. El principio de la sauna tradicional se basa en calentar primero el aire y luego calentar el cuerpo con este aire caliente. La sauna de control de peso por infrarrojos afecta directamente al cuerpo y solo una quinta parte de la energía producida se utiliza para calentar el aire, mientras que el 80% de la energía en una sauna convencional se gasta en calentar y mantener la temperatura del aire necesaria.
Gracias a este mecanismo de calentamiento, el sauna de infrarrojos produce una sudoración mucho más intensa que una sauna normal, por lo que bajo la influencia de rayos infrarrojos para adelgazar, el cuerpo elimina líquidos y grasa subcutánea en una proporción de 80 a 20. En comparación, en una sauna convencional la proporción es sólo de 95 a 5. A partir de estas cifras, resulta evidente la alta eficacia de la sauna de infrarrojos para solucionar el problema del exceso de peso.
En promedio, una persona de 70 kg pierde entre 100 y 150 calorías en 30 minutos en el baño, entre 250 y 300 calorías en 60 minutos y la misma cantidad se consume mientras corre o camina tranquilamente. Pero los defensores de las saunas de infrarrojos modernas dicen que es posible perder hasta 600 calorías en una hora en una sauna de infrarrojos.
Las saunas de infrarrojos han sido estudiadas y publicadas por la Asociación Médica Estadounidense. Según estos estudios, la pérdida de calorías depende del tiempo de exposición a los rayos, la potencia del calor y los parámetros corporales individuales. Cuanto más obesa es una persona y mayor es el porcentaje de líquido en el cuerpo, mayor es la pérdida. En particular, 0,5 litros de sudor durante el tratamiento térmico equivalen a aproximadamente 300 kilocalorías. Esto es similar a correr de 3,2 a 4,8 kilómetros. Al mismo tiempo, en la sauna se pueden liberar hasta 3 litros de sudor.
La media para una sesión completa es de 1-1,5 litros de líquido o 600-800 kcal, que se gastan sin perjudicar la salud. El gasto en reservas de energía recae principalmente en el proceso de evaporación del sudor. Las pérdidas se compensan con agua normal, por lo que las calorías consumidas no se compensan.
Para que el efecto adelgazante de la sauna sea inmediato y te recompense con buenos resultados, es necesario seguir las reglas con claridad y no desviarte de ellas paso a paso. Además, la regularidad juega un papel importante, al igual que la complejidad del enfoque.